domingo, 31 de octubre de 2021

El barco de la Luz

 

@Web de Lanzarote

Al igual que el agua, el abastecimiento de luz eléctrica también fue una tarea ardua y complicada en la isla de Lanzarote, especialmente por la escasez de lluvias, la lejanía del continente y sus escasos recursos. Y como casi para todos, los isleños tuvieron que volver la mirada al mar para poder llevar a cabo sus expectativas de una vida más cómoda y fácil e igual de modernizada como la que llegaba del continente. Al igual que del mar les llegaba el alimento en forma de pesca, por mar les llegaría más tarde el remedio para que la electricidad pudiera abastecer a todos los hogares.

 

La compañía eléctrica canaria UNELCO fue fundada en el año 1930 en Gran Canaria y tenía el control total de la producción energética de las Islas Canarias. Después de años creciendo, comienza en los años 70 una extensión de su ámbito de acción que alcanzará a la totalidad de las islas del archipiélago. En esos años la compañía conseguiría ser una de las cien empresas españolas con mayor volumen de ventas.

 

En 1974, ante la gran demanda de electricidad que comenzaba entonces en Lanzarote, la única forma que tuvo la empresa de solventar el problema fue enviando una central flotante, conocida como “el barco de la luz”.  El barco, llamado Nuestra Señora de la Luz, era un viejo navío de guerra alemán que ya había sido torpedeado durante la Segunda Guerra Mundial, siendo reconvertido en central eléctrica y permaneciendo entre 1962 y 1969 en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Fue después de usarlo como central en la isla chicharrera cuando fue trasladado a Lanzarote.

 

El barco de la luz estuvo fondeado en Puerto Naos (Arrecife) y permaneció en la isla entre los años 1974 y 1981 encargándose de aumentar el abastecimiento de suministro eléctrico ya existente de la isla de Lanzarote.

 

En 1981, una vez que dejó de prestar su función en la isla fue trasladado a Sevilla para su desguace.

 

Nuevamente el mar fue protagonista en parte de la historia de la isla de Lanzarote, ingeniando el humano la manera de poder dar calidad de vida a un pequeño territorio que ya empezaba a desarrollarse en la modernidad pero que carecía de medios. El mar y siempre el mar es indispensable en el desarrollo de unos isleños, en su pasado, en la actualidad y muy seguramente estará ligado también a él su futuro.

 

©Mario M. Relaño

sábado, 16 de octubre de 2021

Montaña Colorada

 

Fue Raúl quien me propuso que hoy hiciéramos la ruta de Montaña Colorada, un lugar al que ambos hemos ido en numerosas ocasiones pero no por ello te deja de impresionar.

 

Tomando la carretera de Tinguatón y pasando el impresionante Volcán del Cuervo nos encontraremos a la derecha un lugar para estacionar y comenzar la ruta que rodea esta singular montaña.

 

Montaña Colorada es un impresionante volcán que debe su nombre al color rojizo de sus laderas. Este fue el último volcán que estalló durante las erupciones de Timanfaya acontecidas en el siglo XVIII.

Quizás lo más llamativo o más famoso sea lo que dicen es la bomba volcánica más grande de Canarias, una imponente piedra que salió disparada de dentro de la montaña y que hoy se apoya a varios metros de los pies de la ladera. La bomba tiene un diámetro tan grande que se necesitan quince personas con los brazos abiertos para rodearla.

 


Una vez visitada la bomba volcánica seguimos la ruta por el sendero que rodea a la montaña y el cual apenas tiene tres kilómetros de terreno llano y no tardas más de una hora.

 



El paseo es muy bonito, observando las cenizas que hace tres siglos sepultaron pueblos como Santa Catalina o Chimanfaya y los líquenes que van cubriendo las piedras. Durante todo el recorrido hay paneles informativos explicando los aspectos más relevantes del volcán y el paisaje.

También nos encontramos una antigua cantera donde antaño se extraían materiales para construcción y agricultura.

 

©Mario M. Relaño